Un poco de historia
Temple Bar es uno de los barrios más emblemáticos de Dublín, este barrio irlandés no es solo parte de la meca de los mejores irish pub del mundo, sino que también es un centro cultural de gran relevancia que se compone de teatros y escuelas.
La palabra “temple”
procede de una de las familias inglesas más importantes del siglo XVI, que se
establecieron en Irlanda como colonos, construyendo fincas y jardines en las
intermediaciones del río Liffey.
Sin embargo, existe la
teoría que esta palabra puede proceder también de “temper” que significa
templanza.
Respecto a “bar” se sabe
que originalmente hacia referencia a una palabra del gálico conocida como
“barr” que significa camino o paso y esto se debe a que mucho antes era una
zona donde transitaban algunas embarcaciones.
Aunque también podría
traducirse como “el camino de la templanza” en parte porque era una zona de
suburbios urbanos cercana al oeste de la catedral de Christchurch.
En los tiempos antiguos
existen vestigios de la presencia de los celtas en esa región, el grupo más
importante eran los pictos o Fir Bolg y a lo largo de la historia se
convirtieron en la tribu más grande de la isla que habitualmente estaba
gobernado por un alto rey.
Tras la caída del imperio
romano y a lo largo de la edad media, los irlandeses primigenios fueron
convertidos al cristianismo por San Patricio, quién evangelizó a
las tribus más grandes de celtas, estableciendo un centro cultural de estudio.
Tras las invasiones
vikingas de los siglos IX y X la isla se constituyó en dos bandos principales
(Irlandeses y Normandos) que tras la batalla de Contarf y tras la expulsión
de los vikingos se establecieron como pequeñas facciones independientes que
poco a poco fueron incorporándose a las costumbres irlandesas.
En aquellos tiempos la
zona de Temple Bar era conocida como “St. Andrews Parish” que básicamente era
una zona de suburbios bajo la bandera de los normandos que se ubicaba fuera de
las murallas de la ciudad y fue abandonada debido a los ataques incesantes de
los irlandeses
En plena edad moderna la
zona siguió siendo una zona apartada de la ciudad, y poco a poco fue convirtiéndose en una zona
residencial.
Posteriormente, durante
los siglos XVII-XVIII gracias a las bajas rentas de los alquileres de las
viviendas, muchos jóvenes artistas y comerciantes fueron atraídos allí y
establecieron sus talleres, teatros y tiendas en el barrio.
Si hay algún local que
destaque respecto a la mayoría es el irish pub Temple bar, uno de los pubs
irlandeses más antiguos de la zona que abrió sus puertas en 1840, que a día de
hoy se ha convertido en un reclamo turístico en el que muchos visitantes se
adentran para probar su gran variedad de bebidas.
Se trata de una taberna
irlandesa internacional con decoraciones típicas de los irish pubs y también es
un espacio donde es posible degustar una amplia variedad de cervezas Guinness
mientras suena la música en directo de diferentes artistas.
Finalmente, en este barrio
existe una expresión popular conocida como “pub crawling” que no es otra que
hacer una ruta de bar en bar para animar la noche.
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