En
los últimos años, una romántica costumbre ha ganado popularidad en las ciudades
de todo el mundo: la de los enamorados que colocan un candado en un puente como
símbolo de su amor eterno.
Esta
tradición que comenzó en Europa, invita a las parejas a escribir sus nombres o
iniciales en un candado, asegurarlo en la baranda de un puente y luego arrojar
la llave al agua. Este gesto simboliza que su amor está "cerrado" y es para siempre…
Puentes
icónicos como el Pont des Arts en París o el Puente Milvio en Roma se han
convertido en verdaderos santuarios del amor, adornados con miles de candados
de diferentes formas y tamaños.
Le
Pont des Arts
Todo
comenzó a finales de 2008, cuando miles de turistas decidieron inmortalizar su
amor colocando candados con su nombre en los pasamanos del Pont des Arts. Desde
entonces la moda ha sido imparable, saturando el puente y poniendo en peligro
su estabilidad y conservación.
En
2015 el Consejo de Paris, decidió sacar los miles de candados, debido a que en
varias oportunidades se desplomaron los paneles repletos de candados que
alcanzaban hasta 500 kilos de metal.
La
ciudad llevó a cabo una campaña de sensibilización para convencer a
los visitantes de que abandonasen la práctica de simbolizar su amor colgando un
candado del puente y lanzando la llave al agua.
Campañas
como #NoLoveLocks o #LoveWithoutLocks impulsadas tanto por ciudadanos como por el ayuntamiento, surgieron con la idea
de sensibilizar tanto a parisinos como a los turistas del nocivo efecto de los
candados.
Aunque esta
práctica puede ser perjudicial para las estructuras de los puentes, el
significado detrás de ella sigue atrayendo a parejas de todo el mundo, que ven
en este ritual una forma única y poética de inmortalizar su amor.
El
Ponte Milvio en Roma, Italia también es el lugar donde se empezó a adoptar la
costumbre de anclar candados para, luego tirar la llave al agua del
río.
Esta
costumbre, en principio inocente, acabó convirtiéndose en un problema en el
caso de este puente romano. Fue tal la cantidad de candados anclados a
las farolas del Ponte Milvio que, con su peso, llegaron a inclinar, e
incluso derribar, algunas de ellas.
Ante
esto, el Ayuntamiento de Roma en 2012 decidió erradicar la costumbre, eliminando
las toneladas de candados que había depositado allí miles de parejas
y al poco tiempo, estableció la prohibición de volver a colocarlos.
Cada
candado es una historia, un momento sellado en el tiempo y aunque algunos
puentes ya no permiten esta práctica, la tradición continúa viva siempre con el
mismo deseo: que el amor dure para siempre.
Entonces, si vas a París podras sacarle algunas fotos al Pont des Arts, pero no podrás poner candados, así que es mejor invitar a tu pareja a una cena romántica…o venite a Buenos Aires que en Puerto Madero todavía hay lugar ...
SEAMOS FELICES MIENTRAS PODAMOS
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