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Mi Buenos Aires querido: La Casa Mínima

 Con apenas 2,50 metros de frente, a esta casa, que fue parte de una vivienda de la segunda década del siglo XIX, se la conoce como la más angosta de la Ciudad de Buenos Aires.


                     


La casa presenta una fachada sencilla, compuesta por una puerta de dos hojas con cuarterones pintados de verde y en la planta alta, un pequeño balcón con barrotes de hierro.

Mide 2,50 metros de ancho y 13 de profundidad. La construcción es de la segunda década del siglo XIX y se trata de un espacio residual que quedó luego de las sucesivas reformas de edificación que sufrió la manzana.




Luego de una investigación exhaustiva se concluyó que la casa no fue construida como tal sino que formaba parte de una estructura mucho más grande que ocupaba toda la esquina hacia la calle Defensa.

A fines del 1800, los primeros dueños y habitantes la familia Lezica Peña decidieron transformar el caserón colonial con el típico patio central característico de la arquitectura de aquellos años, en un conventillo. Se trataba de un negocio rentable para la época ya que llegaban en barco grandes contingentes de inmigrantes de todas partes de Europa.

Fue así que entonces levantaron una pared y la separaron del resto de la casa para crear esta unidad.



La casa mínima es también conocida por el mito que rondó en torno de ella: se creía que allí había residido un esclavo liberto, a quien su amo le habría donado el terreno para que edifique su hogar. De ahí que por mucho tiempo se la llamó entre los porteños Casa del esclavo liberto.

Para conocer por dentro la Casa Mínima se puede hacer la visita guiada que  son los viernes a las 15 hs y los domingos de 11 a 17 hs.

Las entradas se sacan en el Zanjón de Granados (Defensa 755) y es necesario estar 10 minutos antes en la puerta antes de que comience el tour.


 


San Lorenzo 380, C1064AFD Cdad. Autónoma de Buenos Aires Argentina


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