Hay un antiguo relato taoísta que explica que nada es totalmente bueno ni nada es totalmente malo , y empieza así:
Había una vez un pobre campesino chino que trabajaba la tierra duramente con su hijo y un día pierde a su caballo.
Ante la noticia, un vecino asombrado se acerca y le dice "Pero Vecino, qué desgracia tienes! "
- " Por qué le llamas desgracia ? " respondió el campesino y al rato agregó : " Bueno , quién sabe que es bueno y que es malo "
Efectivamente al poco tiempo, su caballo perdido vuelve con una tropilla de caballos salvajes , el vecino que estaba al tanto del hecho le dice " Vecino, qué buena suerte tienes ! "
- " Por qué le llamas suerte ? " respondió el campesino y al rato vuelve a agregar " Bueno, quien sabe que es bueno y que es malo"
Dicho y hecho, después de unos días, el hijo quiso montar uno de los caballos nuevos , y éste no acostumbrado al jinete lo arrojó al suelo y se quebró una pierna.
-"Padre, que desgracia ! " exclamó el muchacho - " Me he quebrado una pierna! "
Y el padre, con su experiencia y sabiduría respondió:
- " Por qué le llamas desgracia ? , veamos lo que trae el tiempo " y al rato vuelve a agregar " Bueno , quién sabe que es bueno y que es malo"
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey , buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Pasaron casa por casa , hasta que llegaron a la casa del campesino y cuando vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.
El muchacho comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, si no que hay que darle tiempo al tiempo para ver si algo es bueno o malo.
Y así es como el Taoísmo explica el Yin y el Yan : en lo más profundo de lo bueno está la semilla de lo malo y viceversa .
Porque todo sucede con un propósito evolutivo en la vida y es mejor tener una actitud abierta a lo que venga.
Porque tarde o temprano el destino nos entregará cuando lo crea oportuno a lo bueno o a lo malo que nos merezcamos.
SEAMOS FELICES MIENTRAS PODAMOS
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